jueves, 21 de marzo de 2013

Proyecto tortura


Con suavidad bajó los brazos como un acto de rendición, giró su rostro hacia la ventana y con horror dobló la vista ocultando sus ojos con sus agrietadas manos. La imagen era clara y lo suficientemente real como para paralizarlo en aquel inhóspito lugar para siempre. Tras un largo rato de negación visual, deslizó sus manos hasta que el peso de las mismas las apartó muy lejos de su rostro, hizo consciencia de lo que lo atrapaba, las paredes proyectaban en  espejos las escenas que lo torturarían hasta el final de su existir, como relámpagos, en el techo y el piso también, una tras otra iluminaban su gesto paralizado; el terror se albergaba en sus ojos inmóviles que se secaban ante la imposibilidad de parpadear. De pronto la textura de sus piel comenzaba a parecerle extraña, ajena a sus células,  le provocaba un agresivo dolor en los dedos, después en su cuello, en su torso, sus piernas y al final en todo el cuerpo. El ruido era insoportable, provenía de todos lados  a un volumen indeseable y lo obligó a retorcerse y azotarse muy a pesar del profundo dolor que recorría cada centímetro que le pertenecía golpeándose contra el piso y después la pared, el techo y otra vez el piso perdiendo toda dimensión del espacio y  regando por toda  la habitación la sangre ardiente que provenía de sus oídos. La gravedad le arrancó la posibilidad de usar sus manos para cubrirse y así fue en un instante con todo su cuerpo desnudo. Los gritos ahogados en el tiempo y el espacio se desvanecían cruzando la puerta donde los demás se encontraban ce Agonías anónimas
-Pobre descripción a la merced de la muy personal perspectiva de cada lector, donde cada quien encontrará aquello que le tortura.
nando.
-Fa-

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