martes, 6 de agosto de 2013

Addendum al cierre

-Lo siento. Es tiempo
-¿¡Tan pronto!?
-Lo siento. Lo sabe. Es tiempo
-Unos minutos más, sabré qué hacer con ellos. Por favor
-Lo siento
-Piénselo mejor, estará usted perdiendo también. ¿O no es cierto que haya vivido de mí durante los últimos meses?  Le he dado de comer. Sin mi presencia su respiración sería imposible. Estoy segura de qué no lo ha pensado.
- Si lo hice. Lo siento. Es tiempo
- Pero, pero…  ¿No tiene miedo? Todas las marañas de su cerebro se van a soltar  y ¿qué va  a hacer entonces? ¡¿Qué?!
- Enfrentarlas. Es tiempo
-¿Enfrentarlas? JA… sin mi usted no es nada ¿escuchó? NADA. ¡Ya lo quiero ver!,  retorciéndose en su cama, secretando sosa cáustica por todos los malditos poros de su miserable cuerpo.  O ¿qué? ¿¡Ya se le olvidó!?  ¿Eh?... Yo lo recuerdo con tanto gozo; cuando “decidió” ponerse a la altura de la verdad. ¡Esa perra!... Puedo volver a verlo rendirse lentamente, puedo sentir sus escalofríos, su maldito miedo. Y ¿a dónde fue? ¿En dónde se resguardó? ¡Entre mis brazos gélidos! ¿No fue así? ¿NO FUE ASÍ?
-Lo  siento
- ¿Volverá a mi? En mi regazo está seguro. ¿No soy yo quién le dio las fuerzas para sobrevivir ante semejante dolor?
- Solo era un disfraz. Es tiempo
-¿Disfraz? ¿Y qué importa si al final es lo que quiere escuchar?
- Ya no. Lo siento
-¿Por qué ya no discute conmigo? ¿Me tiene miedo acaso?
- Ahora menos que nunca
- Deme una explicación. ¡La exijo!
- Lo siento
- ¡Carajo! ¡Váyase al infierno! Pero verá usted cuando se aproxime a la  gran verdad, me va a pedir a gritos perdón, cuando la vea a ella besar otros labios y esbozar una sonrisa con dedicatoria ajena…va a caer una vez más sobre sus rodillas….
-Es tiempo. Lo siento.
- ¡Hipócrita! Pinta su mejor semblante de serenidad y me cierra el paso pero yo lo he visto cada noche, repasa su nombre entre sus sueños, aún revisa de vez en cuando sus fotografías, ¿no es verdad que ahora mismo que la menciono  en sus oídos retumba su nombre y  siente entre sus entrañas un nudo que ata su hígado con el corazón? … Usted no la ha olvidado, no ha de hacerlo nunca. NUNCA….
- No es la intención mía olvidarle, yo se que así como ella, en mí habitará por siempre una pizca de usted, Necedad.
- (Silencio)
- Lo siento. Lo sabe.  Es tiempo.


-Fa-