martes, 30 de abril de 2013

Room Fifty Four


Respira. ¿Lo sientes? aire; fresco, dulce, asfixiante. Guárdalo, te hará falta. Despídete, lo extrañarás. Camina. Camina. Corre. Huye. Tus piernas, fragilidad, te desvaneces. Abre los ojos, ¡ábrelos! ¡Cobarde! Toda tu vida, toda tu vida. ¿Lágrimas? ¡Queman! ¿Sueño? NO, Recuerdos, memorias, ¿acaso…? No vale la pena. Olvídalo. Olvida. Resiste gallina ¡ten cojones! Por una vez, la última. Grita, grita… ¡grita con un demonio! ¡Grita! Detente. Silencio, vacío. Espera. Un ruido. Identifica. Repica, repica, repica, pica y repica. ¿La puerta? No te acerques. ¿La puerta? Silencio. Un ruido… Golpeteo, golpeteo, golpeteo. ¡Tu pecho! Ritmo. PUM, PUM. Tu pecho: el corazón. ¿Miedo? buscar, bolsillo…navaja. Reflejo… tu rostro. ¡Qué vergüenza! Navaja. ¡Clávala! ¿Sientes? rojo, rojo, rojo, rojo, rojo, rojo, rojo, rojo, rojo.

Es el fin.

-Fa-

viernes, 19 de abril de 2013

SINAPSIS Y GALAXIA



Sus pies se detuvieron en seco cuando a su cabeza vino la esencia real del tiempo transcurrido. Le había parecido tan poco y resultaba ser en verdad un muchero. Se sentó a la sombra de un gran árbol, dobló sus piernas y llevó su frente a sus rodillas, la suave brisa de la reflexión la enburbujó. La conciencia del tiempo le había abierto una senda muy ancha de introspección y le había vaciado en la cabeza un canasto lleno de preguntas que había ella ocultado de su lógica por tantas y tantas hojas del calendario… ¿Le extrañaba aún o era ya una costumbre el sentir un agujero en el pecho? ¿Sus huellas y las de él  seguían empatando una sobre la otra por el mismo camino de arena? O acaso ¿se habían separado sin que diera cuenta de ello?  Levantó su rostro sin abrir los ojos y respiro un aire tan infinitamente púrpura que sus pulmones al exhalar se convirtieron en mariposas… mariposas que salieron en señal de libertad poco a poco por su boca. No tenía más miedo. Miró fijamente el horizonte y encendió un cigarrillo de gamuza. – ¡Qué raro!, podría jurar haber comprado melancolía pero estos sin duda eran cigarrillos sabor nostalgia, EN FIN.- el humo ascendía a su cerebro en remolinos de sinapsis simples y perfectas. Las respuestas a sus preguntas abundaban de tal manera que no tuvieron más lugar dentro de su cráneo y emigraron por el cuero cabelludo, recorrieron sus rizos pintándolos color galaxia mientras conectaban con las raíces de aquel sabio árbol que la resguardaba…poco a poco se llenó la corteza de brillo y luces neón, las ramas se tiñeron de arcoíris y las hojas se cristalizaban a la par de las lágrimas que recorrían sus mejillas hasta estacionarse en las comisuras de la más libre, franca y sensata sonrisa.

 -Fa-

jueves, 4 de abril de 2013

Creer


Con mis manos poder tocarla y saber que existe.
Credibilidad es una palabra fuerte; la gente la pronuncia como quien pronuncia su propio nombre, y mire que eso ya es una declaración peligrosa.
“Yo creo” ¡es bárbaro! pero es peor cuando le sigue un “porque lo he visto”. No se cree cuando se comprueba  y uno ha parado de creer cuando  deja de tener la necesidad. Creer es un mecanismo de defensa.
Yo creo en ti.
Creer es un acto de fe que se acaba cuando nos damos un tumbo al suelo y empezamos a Conocer.

-Fa-